
Pero la última aventura cinematográfica Star Trek: Nemesis (2002) mostró el debilitamiento de los personajes y la falta de madurez de los conceptos, cuestión que se intentó corregir en la serie Enterprise ubicada 100 años antes que la saga original creada por Gene Roddenberry en 1966, cuestión que desarticuló aún más a la saga original. Tuvieron que dejar descansar el concepto general por cuatro años para que se pensara nuevamente en hacer una nueva película de Star Trek, ahora enfocada en una generación que nunca visto las aventuras cinematográficas o televisivas del capitán Kirk y su tripulación (lo que no significa que no sepan quienes son pues son personajes icónicos de la cultura pop), pero se decidió finalmente, lo que en un principio parecía ser un error y un horror, por hacer un relanzamiento de la serie, es decir comenzar desde cero, lo cuál siempre representa un problema.

El resultado es excepcional en parte por la labor del director, la nueva promesa de Hollywood, J. J. Abrahams (lost, Mision Imposible 3) y de los escritores Roberto Orci (nacido en México por cierto) y Alex Kurtzman, de quienes conocemos sus guiones para Transformers 1 y 2, Missión Imposible 3 entre otras, quienes retomaron la historia desde el punto de partida de un universo alterno lo cual les da la libertad de dejar intactas las series originales y a su mundo entero y pueden reestructurar una nueva saga completamente novedoza y actual sin dejar a un lado los puntos de unión con el pasado, como es el caso de traer al Spock original, Sir. Leonard Nimoy para que haga su Cameo en pantalla y deje todo en claro para los espectadores.

La película no carece de problemas como el forzado romance entre Spock y Urdula, excesivo tiempo en la tierra y en la infancia de Kirk que no tiene razón de existir, la falta de solidez en alguno de los personajes principales (Scotty por ejemplo que se reduce a un patiño), el abuso de las convenciones del género (no pudieron evitar una persecución con monstruo estilo Star Wars o Cloverfield) que en realidad no aportan nada a la trama y los tradicionales huecos temporales (¿¿25 años desde que llega la nave de Nero hasta que se enfrenta nuevamente con el Enterprise??). Sin embargo, los errores no opacan las virtudes de una película que pudo haber sido un completo fracaso.
